Cuando hablamos de identidad corporativa estamos haciendo referencia a
los diferentes elementos que una empresa, una marca o una compañía
utiliza para distinguirse del resto. Estos elementos van desde lo más
elemental como el logo o el merchandising, hasta elementos más complejos
como formas de actuar, de responder a ciertos eventos, de negociar, de
hacer frente a determinadas situaciones,
etc. Todos estos elementos en conjunto son los que ponen por completo
la noción de identidad corporativa. Esa identidad, además, es compartida
por todos los miembros que trabajan en la empresa y sirve para
identificarla del resto de empresas del mercado.
Uno de los
principales elementos con los que debe contar una compañía para definir
su identidad corporativa es el logo. Si bien este elemento parece muy
simple y de menor importancia, el logo será desde el momento en que se
lo establezca, la cara visible de la marca y lo que todos los clientes
observarán cuando quieran entrar en contacto con ella. Así, el mundo del
mercado actual hace que cada empresa posea su logo y que el público
asocie un tipo de logo con un tipo de empresa. Por ejemplo, mientras que
los logos de las empresas de informática suelen ser más sobrios y
serios, los de productos alimenticios pueden ser más relajados y
coloridos.
El merchandising es también muy importante a la hora
de definir la identidad corporativa de una empresa. Esto es así ya que a
través de elementos como la papelería, los sobres, tarjetas, lapiceros,
instrumentos de librería, como también a través de otros elementos
(bombones, tazas, prendas de ropa, etc.) se realiza una publicidad de la
marca y se permite identificar a cada uno de los empleados con la
empresa en la cual se trabaja. Así se genera un mayor sentido de
pertenencia tanto dentro como fuera de la compañía.
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